Nuevas soluciones tecnológicas para limpiar la basura espacial
Se espera que para el año 2029 haya 57 000 satélites en órbita, lo que representa un nuevo reto de sostenibilidad.
Desde 1957, con el lanzamiento del Sputnik, la basura espacial no ha hecho más que aumentar. Ya decía el teórico francés Virilio que cada tecnología conlleva un nuevo tipo de accidente. Es decir, antes de los aviones no había accidentes de aviación. La carrera espacial y la posterior era de los satélites comercial son un ejemplo perfecto de tal aseveración.
Si bien la tecnología espacial ha abierto un campo infinito de posibilidades, los miles de satélites que hoy orbitan la Tierra corren el riesgo de convertir el espacio exterior inmediato en un verdadero basurero.
Si se tiene en cuenta que cada fragmento viaja a 27 400 kilómetros por hora y que toda esa chatarra tiene el potencial de permanecer siglos flotando en la baja órbita terrestre, es fácil imaginar las consecuencias catastróficas para la investigación científica y las redes de comunicaciones.
Por suerte, dándole la vuelta al razonamiento de Virilio, cada tecnología trae también una nueva solución. Es el caso de ClearSpace 1, un proyecto tecnológico de limpieza de chatarra espacial en la línea de RemoveDebris que mencionamos hace algún tiempo.
Además del sistema de brazos mecánicos se han probado otras estrategias: desde redes eyectables que atrapan fragmentos flotantes y los lanzan a la atmósfera hasta arpones de titanio que recolectan las piezas.
Sin embargo, parece que la clave, igual que la basura aquí abajo en la Tierra, reside en que los dispositivos en órbita se lancen con un plan de recuperación previo. Así, se espera que la nueva generación de satélites vaya equipada con diversos dispositivos como las velas Dragsail que se despliegan al final de la vida útil del satélite.
Estas velas inducirán el descenso gradual del satélite hasta su caída y desintegración definitiva. Otra opción es que incluyan una placa de anclaje magnética que facilite la recogida por medio de un hipotético “camión” de basura espacial.