Rafael Amaya habla sobre su problema con las adicciones: “Hoy resurjo de las cenizas”
Luego de una larga ausencia en los foros de televisión, el actor Rafael Amaya regresa por todo lo grande a Telemundo, y se muestra más sincero que nunca sobre el momento que cayó en las adicciones.
Visiblemente mejorado, el protagonista de “El Señor de los Cielos” tuvo una breve participación en el programa “Hoy Día” de Telemundo, en donde platicó más a fondo sobre su regreso a las pantallas y su batalla contra las adicciones.
“Se está acomodando mi vida, porque estaba muy desordenada y mi conciencia de aquella época no era la correcta que tengo ahorita y me perdono porque no es la conciencia que tengo ahorita… estoy viviendo el ‘solo por hoy’ porque soy un alcohólico en recuperación“, señaló Rafael Amaya tras ser cuestionado sobre esta nueva etapa de su vida.
Sobre las especulaciones que aseguran su adicción a las drogas comenzó gracias a su interpretación de Aurelio Casillas, Amaya indicó que si bien su punto más crítico ocurrió allí, no tocó fondo por culpa del personaje al que dio vida.
“No fue el personaje, fui yo. La decisión fue mía, no era Aurelio… me dejé llevar por muchas cosas, como la vanalidad, el materialismo, el ego, el vanagloriarse… era no importarme, no tener compromiso con la vida, con el trabajo, con mis amigos, con nada, no me importaban muchas cosas, se me vinieron encima muchas cosas”, añadió.
Asimismo, el histrión narró cómo era su vida meses antes de ser ingresado al Centro de Rehabilitación “Baja del sol”, del boxeador Julio César Chávez.
“Estaba perdido, estaba aislado del mundo, estaba enojado con todos, pero no era yo. Antes de perdonar a los demás, me perdono a mí mismo”, compartió.
Tras sincerarse sobre el oscuro episodio de su vida, Amaya aseguró estar listo para avanzar en todos los ámbitos de su vida; especialmente el profesional.
Por esta razón, el mexicano reveló que Telemundo le dio la oportunidad de volver a las pantallas a través de la serie “Malverde: el santo patrón”, en donde interpretará a Teo.
“Malverde se ha convertido en el santo de muchos sicarios, de muchos narcotraficantes y de gente que no se dedica a esto. Es un santo al que se le pide ayuda para que te protección: que no se te atore el arma, que se desvíen las balas”, concluyó Rafael Amaya.